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En un giro poco habitual dentro del ámbito de las ciencias naturales, la revista Science ha publicado un artículo firmado por los antropólogos Cymene Howe y Dominic Boyer, de la Universidad Rice, que pone el foco en las consecuencias sociales del acelerado deshielo de glaciares en el mundo.
El texto acompaña un nuevo estudio científico que proyecta la desaparición de más del 75% de la masa glaciar mundial antes de que finalice el siglo, si se mantienen las actuales políticas climáticas. Aunque estas investigaciones suelen centrarse en impactos físicos —como el aumento del nivel del mar o la pérdida de biodiversidad—, Howe y Boyer insisten en que la desaparición de los glaciares también está desarraigando comunidades y erosionando legados culturales milenarios.
“Los glaciares han moldeado el terreno y la vida de millones. Son esenciales para el suministro hídrico de unos 2 mil millones de personas y poseen un valor simbólico y espiritual incalculable para quienes viven cerca de ellos”, explicó Howe, profesor de antropología y codirector del Programa de Estudios de Ciencia y Tecnología de Rice.
El artículo se nutre de su proyecto Lista Global de Víctimas de Glaciares, una plataforma digital que documenta, desde una mirada interdisciplinaria, los glaciares ya extintos o en situación crítica. A través de testimonios comunitarios, análisis sociales y datos científicos, este archivo pretende resignificar estas pérdidas más allá de lo cuantificable.
“Perdemos anualmente 273 mil millones de toneladas de hielo en el planeta. Esta cifra, aunque alarmante, no ha sido suficiente para movilizar la acción climática necesaria”, declaró Boyer, también antropóloga y codirectora del Centro para el Futuro Costero y la Resiliencia Adaptativa.
Los autores destacan la necesidad urgente de entrelazar ciencia, cultura y acción colectiva. A medida que los glaciares retroceden, aumentan las respuestas sociales y emocionales a la transformación ambiental: duelos simbólicos, rituales de despedida e incluso nuevos relatos de identidad emergen en distintas regiones del mundo.
Con la designación de 2025 como Año Internacional de la Preservación de los Glaciares por parte de la ONU, los antropólogos hacen un llamado a reforzar los compromisos climáticos globales. Aseguran que limitar el calentamiento a 1.5 °C sobre niveles preindustriales permitiría conservar una proporción significativa de estos ecosistemas helados y, con ello, salvaguardar modos de vida que dependen directamente de ellos.
“La mayoría de las personas nunca estarán frente a un glaciar, pero su desaparición nos concierne a todos. Aún es posible salvar la mitad de los que existen si actuamos con urgencia y de manera colectiva”, concluyó Howe.
Fuente: La Jornada