Chile
La Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados concluyó este lunes el ciclo de audiencias sobre la reforma política impulsada por un grupo transversal de senadores, que busca modificar las reglas de acceso al Congreso y sancionar el transfuguismo legislativo.
El proyecto, ingresado en noviembre de 2024, establece que los partidos deberán obtener al menos un 5% de los votos en la elección de diputados o contar con un mínimo de ocho parlamentarios para mantener representación en la Cámara Baja. Las colectividades que no cumplan con este umbral perderían sus escaños, los cuales serían reasignados a partidos que sí acrediten dicha base electoral o parlamentaria.
Ante las críticas que ha generado esta propuesta, los impulsores del texto incluyeron una norma transitoria que suaviza la exigencia: el umbral se reduciría a 4% o cuatro legisladores mientras se implementan los cambios.
Además, el proyecto introduce una nueva causal de cesación del cargo para quienes abandonen sus partidos o se cambien de bancada, medida que ha provocado resistencias tanto en la oposición como en sectores oficialistas.
Durante la sesión del lunes —presidida por el diputado Raúl Leiva (PS), en reemplazo de Jorge Alessandri (UDI)— se evidenció la oposición de varios legisladores, entre ellos Pamela Jiles (IND), Miguel Ángel Calisto (Demócratas) y Marcos Ilabaca (PS).
La ministra de la Secretaría General de la Presidencia, Macarena Lobos, participó en la instancia y reiteró la postura del Ejecutivo. Afirmó que, si bien existe consenso sobre la necesidad de reformar el sistema político, es crucial “encontrar una síntesis que permita reducir la fragmentación sin poner en riesgo la representatividad democrática”.
Desde la Comisión se anticipa que la votación en general del proyecto se realizará la semana subsiguiente. Aunque el texto ha generado divisiones, los equilibrios internos hacen prever que será aprobado en esta primera etapa.
El diputado Leiva reconoció que se trata de una reforma compleja, pero insistió en que “el umbral ya fue debatido y rechazado en el Senado”, y agregó que la discusión particular servirá para “realizar las modificaciones necesarias”.
Una vez aprobado en Comisión, el proyecto pasará al pleno de la Cámara de Diputados, donde enfrentará un escenario aún más incierto. Bancadas como la del PPD y un grupo considerable de legisladores independientes han manifestado su rechazo a la iniciativa.
Pese a ello, se espera que el informe de la Comisión recomiende su aprobación, aunque el calendario legislativo inicial —que buscaba su despacho a fines de junio— ya se encuentra desfasado.
Fuente: La Tercera