Nueva crisis en la Cancillería: Laura Sarabia deja el cargo tras diferencias con Petro


 Colombia

Laura Sarabia, una de las funcionarias más cercanas al presidente Gustavo Petro, renunció este jueves al cargo de ministra de Relaciones Exteriores. En una carta pública dirigida al mandatario, Sarabia argumentó que su salida obedece a diferencias de fondo con decisiones recientes del Ejecutivo, las cuales, aseguró, no puede acompañar por razones de “coherencia personal y respeto institucional”.

Sin detallar los motivos específicos, fuentes del Gobierno confirmaron que el desacuerdo principal surgió a raíz de la licitación para la expedición de pasaportes, un contrato que ha generado tensiones internas desde el inicio del mandato. Sarabia defendía la extensión del contrato con la empresa privada Thomas Greg & Sons, al considerar que la Imprenta Nacional de Colombia aún no tiene la capacidad tecnológica para asumir la emisión del documento. El presidente Petro, en cambio, ha insistido en cortar vínculos con Thomas Greg & Sons y ha calificado el proceso como amañado por favorecer a esa firma.

La controversia por los pasaportes ya había provocado la salida del excanciller Álvaro Leyva, inhabilitado por la Procuraduría tras frenar la licitación abierta. Con la dimisión de Sarabia, ya son dos los ministros de Exteriores que dejan el cargo en medio de disputas por el mismo tema.

El nuevo secretario privado de la Presidencia, Alfredo Saade, anunció que se firmará un acuerdo con la Casa de la Moneda de Portugal para producir los pasaportes en Colombia a partir del 1 de septiembre. Sin embargo, documentos oficiales enviados por la Cancillería a la Procuraduría advierten que la Imprenta Nacional requeriría al menos 35 semanas adicionales para estar en capacidad de emitir los documentos, lo que pone en duda la viabilidad del plan presidencial.

La renuncia de Sarabia marca el cierre de un ciclo vertiginoso en su carrera dentro del Gobierno. Con apenas 31 años, fue jefa de gabinete, directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), del Departamento de Prosperidad Social y finalmente canciller. Su ascenso, no exento de controversias, generó tensiones dentro del mismo petrismo por su cercanía directa con el presidente y por no provenir de las filas tradicionales del movimiento.

En su carta, Sarabia agradeció a Petro por haberle confiado responsabilidades clave: “La parte más importante de mi vida pública ha transcurrido a su lado”, escribió. No obstante, su distanciamiento con el mandatario se habría profundizado tras el regreso de Armando Benedetti, su antiguo jefe y actual ministro del Interior, con quien mantiene una denuncia penal por violencia de género y enriquecimiento ilícito.

Petro respondió a la renuncia con un escueto mensaje en redes sociales en el que elogió su inteligencia y disciplina, pero también le dejó un mensaje político: “La codicia es la enemiga de la revolución y de la vida. Espero que hoy Laura sea una mejor mujer de la que era cuando me conoció. Buen viento y buena mar”.

Sarabia, por su parte, se despidió del presidente deseándole “un cierre de gobierno exitoso” y ofreció seguir siendo “una interlocutora abierta al diálogo”. Su salida supone una nueva sacudida al gabinete presidencial en un momento de alta tensión institucional y con frentes abiertos tanto en el plano interno como internacional.

Artículo Anterior Artículo Siguiente