El Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) enfrenta una prolongada crisis institucional que suma ya 20 meses sin un secretario general electo, debido a la falta de consenso sobre los candidatos presentados por Nicaragua, país responsable de nominar para el cargo en el período 2021-2025.
Tras la renuncia inesperada de Werner Vargas en noviembre de 2023, el cargo permanece vacante. En marzo pasado, el régimen nicaragüense propuso nuevamente una terna encabezada por el excanciller Denis Moncada, junto a Arling Patricia Alonso y Johana Flores, ambos ligados al oficialismo sandinista. Sin embargo, estas candidaturas no recibieron el respaldo necesario de los países miembros del SICA.
Costa Rica, que concluyó el 30 de junio su Presidencia pro Tempore (PPT) semestral del organismo, impulsó durante su gestión la reactivación de comités y la realización de reuniones virtuales para fortalecer la integración regional. Sin embargo, no logró avanzar en la elección del secretario general debido a la inacción de Nicaragua, que desde marzo no ha presentado nuevas ternas.
El canciller costarricense, Arnoldo André Tinoco, confirmó a LA PRENSA que tras un intercambio diplomático en el que se solicitaron candidaturas que cumplieran con los criterios de independencia y neutralidad, Nicaragua respondió con un comunicado que calificó a Costa Rica con epítetos como “usurpador” y “colonialista,” marcando una ruptura en las negociaciones.
Con la rotación del PPT a Panamá para el segundo semestre de 2025, se espera que ese país asuma el liderazgo para gestionar una solución conjunta que permita elegir al nuevo secretario general, cargo cuya gestión es vital para la operatividad y representación internacional del SICA.
Expertos, como Carlos Manuel Echeverría, exasesor de la Secretaría General, señalan que la ausencia de un titular con autoridad política limita la capacidad del SICA para cumplir su función de integración regional y elevar su perfil ante socios estratégicos internacionales.
El mandato actual del secretario general vence este año, por lo que el tiempo para resolver esta crisis institucional es limitado. Mientras tanto, la Secretaría General opera con un director gerente que supervisa el funcionamiento administrativo pero carece de autoridad política.
Fuente: La Prensa