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El cáncer, que hace cuatro décadas representaba una sentencia casi segura de muerte, ha visto duplicar la tasa de supervivencia en España, alcanzando un 55% en hombres y un 62% en mujeres a cinco años del diagnóstico, gracias a los avances científicos. En este contexto, una nueva vacuna experimental, denominada ELI-002, presenta resultados alentadores tras su primer ensayo en humanos, realizado con 25 pacientes.
El desarrollo de esta vacuna se basa en una innovadora estrategia ideada por el inmunólogo Darrell Irvine, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). Irvine y su equipo identificaron que muchas vacunas experimentales fallaban porque no llegaban en cantidad suficiente a los ganglios linfáticos, donde los glóbulos blancos se entrenan para reconocer y atacar células tumorales. Para solucionar esto, diseñaron una vacuna que “hace autostop” a través de la albúmina, la proteína más abundante en la sangre, la cual actúa como vehículo hacia los ganglios.
Este enfoque, probado exitosamente en modelos animales desde 2014, ha sido ahora aplicado en humanos mediante la empresa Elicio, fundada para el desarrollo de estas vacunas. La ELI-002 contiene fragmentos de la proteína KRAS, cuyas mutaciones están presentes en el 90% de los cánceres pancreáticos y en al menos un tercio de los tumores colorrectales, asociados comúnmente al tabaquismo.
En el ensayo clínico participaron 20 pacientes con cáncer de páncreas y cinco con tumores colorrectales, todos operados previamente y tratados con quimioterapia, pero con presencia de células tumorales microscópicas residuales. Aunque el estudio no contó con grupo control, los pacientes vacunados mostraron una supervivencia libre de recaídas prolongada en promedio 15 meses respecto a datos históricos, según el gastroenterólogo Enrique de Madaria, especialista no involucrado en el estudio.
Los resultados, publicados en Nature Medicine, indican que tras 20 meses de seguimiento, el 68% de los pacientes desarrolló una respuesta significativa de linfocitos T, encargados de atacar el cáncer. Las investigadoras responsables, Eileen M. O’Reilly (Memorial Sloan Kettering Cancer Center) y Shubham Pant (MD Anderson Cancer Center), sugieren que esta respuesta inmune podría retrasar la reaparición del tumor.
Actualmente, ELI-002 avanza a fase 2 con una versión mejorada que busca atacar siete mutaciones diferentes de KRAS, ampliando su potencial terapéutico. De Madaria concluye que, si se confirma su efectividad, esta vacuna podría representar un cambio de paradigma en el tratamiento de tumores con mutaciones en KRAS, incluyendo no solo cáncer de páncreas y colorrectal, sino otros tipos relacionados.
Fuente: El País