Afganistán sacudido nuevamente por un terremoto mortal en el cinturón Alpino-Himalayo


 Mosaico

Afganistán enfrenta una nueva tragedia tras un fuerte terremoto de magnitud 6 que sacudió el país la noche del domingo, con epicentro a 27 kilómetros de Jalalabad, cerca de la frontera con Pakistán. Hasta ahora, las autoridades reportan más de 800 fallecidos y al menos 2.000 heridos, mientras continúan las labores de rescate.

El movimiento, ocurrido a solo 8 kilómetros de profundidad, se sintió con fuerza en Kabul y en Islamabad. Esa poca distancia con la superficie explica el alto nivel de destrucción en varias provincias, donde pueblos enteros han quedado reducidos a escombros.

La tragedia se enmarca en la ubicación de Afganistán dentro del cinturón Alpino-Himalayo, una vasta franja sísmica que se extiende desde Europa del Este hasta China occidental. Allí chocan las placas tectónicas de India y Eurasia, responsables de la formación del Himalaya, el Karakórum y la meseta tibetana.

“El desplazamiento de la placa india, a unos 45 milímetros por año, convierte a esta región en una de las más activas del planeta, liberando cerca del 15% de la energía sísmica global”, explicó el geofísico Brian Baptie, del Servicio Geológico Británico.

A ello se suman las fallas Chaman, Hari Rud, Badakhshan Central y Darvaz, capaces de generar movimientos de magnitud superior a 7, de acuerdo con Naciones Unidas.

Más allá de la geología, expertos coinciden en que la precariedad de la infraestructura incrementa el impacto. La mayoría de las viviendas en zonas rurales están construidas con adobe, un material incapaz de resistir sismos de este tipo.

“Los terremotos en Afganistán no son necesariamente los más fuertes, pero sí de los más mortales porque las construcciones no ofrecen protección”, señaló la sismóloga Jessica Irving, de la Universidad de Bristol.

Los reportes iniciales señalan que en algunas aldeas hasta el 95% de las casas colapsaron. Además, la caída de establos y cobertizos ha destruido medios de subsistencia y generado riesgos sanitarios por la descomposición de animales.

El país ha sufrido una serie de terremotos en los últimos años: en 2023, un sismo de magnitud 6,3 arrasó el oeste afgano; en 2022, otro dejó más de mil muertos en Paktika; y en 2015, un evento de 7,5 se sintió hasta en China. Según cifras de la ONU, más de 600.000 personas han resultado afectadas por movimientos telúricos en la última década.

Geólogos advierten que la amenaza no concluye con el desastre inicial. “Un terremoto de esta magnitud puede transferir tensiones a fallas cercanas y generar nuevos sismos en cadena”, explicó Daniel Melnick, especialista de la Universidad Austral de Chile.

Mientras tanto, miles de afganos han pasado la noche a la intemperie, temiendo réplicas, sin refugio y con caminos bloqueados que dificultan el acceso de ayuda humanitaria.

Fuente: BBC

Artículo Anterior Artículo Siguiente