México estrena un Poder Judicial electo en las urnas, único en el mundo

México

Con la toma de protesta de 881 jueces federales elegidos por voto popular, México abrió este lunes una nueva etapa en su sistema de justicia. La reforma impulsada por Andrés Manuel López Obrador y consolidada por Morena convirtió al país en el único del mundo donde todos los jueces, desde tribunales de distrito hasta la Suprema Corte, llegan al cargo mediante sufragio directo.

La joya de la reforma es la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ahora encabezada por Hugo Aguilar, un abogado indígena que asumió como presidente tras una elección en la que el oficialismo movilizó toda su estructura política. Junto a él se integraron nueve ministros vinculados a Morena.

El nuevo pleno fue instalado en una ceremonia en la sede del alto tribunal, con la presencia de la presidenta Claudia Sheinbaum y los líderes del Congreso. La mandataria defendió la medida como un paso hacia la “democratización de la justicia” y el fin de lo que calificó como una judicatura elitista y distante de la ciudadanía.

La sesión estuvo marcada por gestos simbólicos. Los ministros electos participaron antes en un acto de purificación indígena en el Zócalo capitalino, donde recibieron un bastón de mando. Por la noche, las puertas principales de la Corte se reabrieron tras permanecer cerradas desde 2020, en un intento por mostrar reconciliación con la sociedad.

Críticos del modelo advierten que la independencia judicial ha quedado comprometida. Señalan que los comités encargados de filtrar candidaturas fueron controlados por el oficialismo y que los requisitos de acceso resultaron laxos, permitiendo la llegada de abogados sin experiencia jurisdiccional. Además, durante la campaña, Morena distribuyó guías de voto con nombres de candidatos preferidos.

El propio Aguilar trató de disipar dudas al afirmar que su administración se regirá por “austeridad, diálogo respetuoso con los otros poderes y absoluta independencia”. Anunció ajustes salariales para que ningún juez gane más que la presidenta y recortes a las pensiones vitalicias de exministros.

La reforma judicial marca una ruptura con el modelo establecido hace tres décadas bajo Ernesto Zedillo, que buscaba garantizar autonomía frente al presidencialismo priista. López Obrador, sin embargo, acusó a la judicatura de ser un bastión del conservadurismo y bloqueador de su agenda, y promovió el cambio como promesa de campaña.

A Sheinbaum corresponde ahora la puesta en marcha de un esquema inédito a nivel mundial, con un Poder Judicial electo en las urnas y bajo la lupa de la opinión pública. El reto, coinciden analistas, será comprobar si este modelo logra cumplir con la promesa de acercar la justicia a la ciudadanía sin sacrificar su independencia frente al poder político.

Fuente: El País

 

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