El Senado de la República definió este martes 17 de junio el rumbo de la reforma laboral, tras una jornada de debate en la que se discutieron y votaron al menos diez artículos clave, logrando consensos en varios de ellos, aunque también enfrentando divisiones importantes.
Con 57 votos a favor y 31 en contra, el proyecto de reforma fue aprobado en cuarto debate, aunque aún deberá pasar por una conciliación para ajustar detalles con la versión aprobada en la Cámara de Representantes, tal como ha solicitado el presidente Gustavo Petro.
Durante la sesión, el grupo parlamentario afín al Gobierno —conocido como petrismo— intentó romper el quórum en la votación de la llamada “consulta popular 2.0”, con el propósito de impedir su avance. Sin embargo, la maniobra fue rechazada con 52 votos en contra y solo 2 a favor, constituyendo una nueva derrota para la administración presidencial.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, fue blanco de críticas desde diversos sectores por su presunta participación en intentos de interrumpir el quórum, especialmente durante la votación sobre dicha consulta.
Entre los puntos destacados, la plenaria aprobó con 59 votos el artículo 12, que establece una jornada laboral máxima de ocho horas diarias y 42 horas semanales, eliminando la opción de distribuirla en cuatro días, por lo que la semana laboral mínima será de cinco días.
Asimismo, fueron ratificados los artículos 11 y 12, relacionados con los recargos nocturnos y dominicales, estableciendo que los trabajadores recibirán un recargo del 100 % en días festivos y domingos, aunque de forma progresiva.
También se aprobó el artículo 25, que regula la monetización de la cuota de aprendizaje para empresas obligadas a contratar aprendices, con el pago al Sena de 1.5 salarios mínimos por cada aprendiz no contratado.
Por otra parte, fueron eliminados los artículos 37 y 38, que contemplaban regulaciones para trabajadores a tiempo parcial y unidades de trabajo especiales.
El Senado aprobó el artículo 23, que garantiza contratos laborales a los aprendices del Sena, con derecho al salario mínimo completo y prestaciones, una reivindicación histórica que había sido retirada en 2003.
También se avaló el artículo 74, que regula la vinculación laboral de madres comunitarias y sustitutas al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
El presidente Gustavo Petro reiteró la importancia de eliminar cualquier disposición que permita el trabajo por horas o el alargamiento de la jornada laboral, además de proteger derechos específicos como los de las trabajadoras menstruantes.
Por su parte, el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, negó la existencia de acuerdos definitivos entre el Gobierno y las bancadas, desmintiendo rumores sobre supuestos pactos para la aprobación de la reforma, lo que generó reacciones en el Congreso.
Con la aprobación en cuarto debate, la reforma laboral avanza hacia la conciliación con la Cámara de Representantes, donde se buscarán consensos para su promulgación definitiva, en medio de un contexto político que sigue siendo desafiante y marcado por posiciones encontradas.
Fuente: Semana